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La Leyenda de San Denis

En muchos edificios religiosos de París, verás esta curiosa estatua de un santo, decapitado, llevando su propia cabeza.

Este santo es San Denis.

Fue el evangelizador de Galia y hacia el año 250 se convirtió en el primer Obispo de esta Ciudad, que todavía llamaban Lutecia.

En aquellos tiempos, los romanos controlaban casi todo el territorio y pretendían también imponer sus Dioses.

Entonces el gobernador civil romano Sisinnius Fesceninus ordenó la detención de San Denis y de sus compadres Eleuthère y Rustique. Pero nuestro Santo no quiso adorar al Dios pagano Mercurio, ni siquiera cuando le sometieron a la tortura.

Total Sisinnius condenó a los tres cristianos a la muerte y les llevaron a la colina de Montmartre donde estaba el templo de Mercurio para ejecutarlos.

No sé sabe si los soldados fueron concienzudos e hicieron el trabajo delante del templo o si se pararon en el camino.
Pero todos dicen que despues de su decapitación, San Denis recogió su cabeza y siguió caminando unos kilometros.

Se paró cuando encontró a la señora Catulla, buena gente, que le ofreció una sepultura decente.