En su fachada destaca
una placa de estilo anciano y cuyas letras casi no se leen.
En otros tiempos este
sitio albergaba un tostadero de café pero dicen los eruditos
que dejó de funcionar en 1970. Ya sé que me extravio
facilmente pero no pensaba llegar con tanto atraso para tomar
un café...
Pero siempre ocurre
algo que te quita la frustración.
Ese día
fue un viejecito que, al verme contemplando la casa, empezó
a contarme la historia del barrio.