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Los "Órganos de Flandes"

El problema usual con las torres, y más aún cuando llegan a estas alturas, es su integración en el paisaje urbano.

Por cierto, permiten alojar más gente en menos superficie y eso deja espacio para instalar parques y jardines. Pero imponen una marca vertical en un universo por lo demás horizontal.

Cuando miras las torres con distancia eso no molesta, pero cuando caminas como cualquier humilde peatón al pie de estos monstruos, su verticalidad resulta aplastante.

Pero el arquitecto Martin S. Van Treek supo inventar soluciones.

 

Las torres se hallan en medio de un conjunto de edificios cuyas formas anonadan la oposición vertical-horizontal.

En medio de la manzana, al lado del jardín, se hallan edificios pequeños con terrazas en escalera que les dan un toque de pirámide. Al ver plantas en el jardín y plantas en las terrazas, uno ya no sabe donde acaba el parque y donde empiezan los alojamientos.

En la calle de Flandre otros edificios celebran también las diagonales. Estos van al reves ya que su base es más estrecha que su parte superior.

 

Cuentan que ajustaron el proyecto con una minúscula cámara que desplazaban en medio de la maqueta para hacerse una idea de la percepción que tendría un peatón al pasear dentro de la manzana.

Y la verdad es que cuando estás en medio de esta manzana, no te sientes ahogado.

A ver como este conjunto resiste a los ataques del tiempo...