El primero de estos
encantos es la vista que tiene uno sobre el Genio de la Bastille
desde el andén sur de la estación.
Mientras esperas el
tren, puedes vigilarle para ver si alguna vez se decide a cambiar
de pie.
Y si te cansas del
Genio, das la vuelta y descubres ventanas que te dejan ver el
Puerto del Arsenal. En este caso el juego consiste a escoger el
barco de tus sueños...