Entre las cosas que me llamaron la atención también tengo que mencionar la chimenea del Salón de las Letras.

De repente se te ocurre la tremenda y cruel pregunta básica : ¿Como hacían para calentar semejantes volúmenes?

Dicha chimenea es todo un invento en termino de escultura pero sinceramente dudo que sea suficiente para proporcionar un calor razonable...

Otro elemento que también me dejó perpleja fue la cantidad de arañas de cristal que se ven en estas salas.

La verdad es que con techos tan altos contribuyen a "vestir" las salas pero no sé cuantas personas serán necesarias para limpiar estos monstruos.

Y ni me atrevo a calcular el peso de estas arañas y la probabilidad para que me caiga encima...

Finalmente la sala que me pareció más acogedora fue el Salón Roll.

Será porque tiene dimensiones razonables, más humanas, y eso le da un toque casi intimista.

Me dirás que exagero pero eso es porque nunca entraste en la desmedida Sala de Fiestas del Ayuntamiento...