La fachada de Notre
Dame, de noche, ya era impresionante y más cuando es luna
llena...
¡Sólo
faltaba que asomara Quasimodo!
En Diciembre de 2002,
en nochebuena, es cuando le regalaron un nuevo vestido de luz
a la catedral.
La nueva iluminación
fue concebida por un equipo de especialistas con doble competencia
: ingenería y bellas artes.