Otra callecita notable
es la que lleva el número 9.
Es totalmente cubierta
y proporciona un refugio precioso cuando llueve.
Aquí cada caseta
tiene más o menos una especialidad pero no es tan estricto
como en otros mercados.
Trastos y más
trastos, algunos restaurados con cuidado, otros rematados por
unos barnices llamativos...
Algunas colecciones
despistan al neófito pero otras le dan la oportunidad de
buscar el chollo del día.