La historia de esta
sala se parece a una larga epopeya.
Empezó con espectáculos
de acróbatas y ballet pero la gente prestaba más
atención a la arquitectura del lugar que a sus actividades
artísticas y eso llevó a la primera quiebra.
El sitio renació
y al proponer comedias ligeras mantuvo el éxito veinticinco
años. Pero un cambio de propietario llevó a un nuevo
fracaso.
En las siguientes décadas,
el Bataclan se convirtió en café con espectáculo
y tuvo unos años de gran éxito. Pero esa época
se acabó con una nueva quiebra en 1926.