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Villa Castel

La Villa Castel es otro ejemplo de construcciones levantadas al principio del siglo XX para alojar a los obreros y artesanos.

Se esconde en el número 16 de la Calle del Transvaal, detrás de una reja de hierro forjado casi siempre cerrada, así que resulta bastante difícil descubrirla.

¡Pero a veces hay suerte!

 

La Villa cuenta una decena de casas de una o dos plantas, bordando una callecita adoquinada.

Las marquesinas de vidrio, la linterna colgando de un arco de hierro forjado, la fuente y los arbustos, todo le da un toque coqueto a la Villa.

Eso explica probablemente que François Truffaut haya escogido este lugar para rodar algunas escenas de la película Jules et Jim.

 

La callecita camina hacia un pequeño jardín, oasis verde perdida en medio de la ciudad.

Y la verdad es que al contemplar este espacio uno se pone a soñar: ¡Tan tranquilo es este rincón, y tan cerca de la agitación de la calle de Belleville!

Además la disposición de los objetos sugiere la existencia de buenas relaciones en el vecindario...

 

Pero también se nota cierta evolución social: ya no son obreros los que viven aquí sino afortunados socios de las clases superiores. Y lo demuestra la transformación que ya hicieron de los talleres en lofts.

Lo bueno es que supieron conservarle el encanto a la Villa.

Entonces uno contempla una última vez este recinto privilegiado y se marcha de puntillas para que los dueños no se molesten y dejen otra ez la puerta abierta.