En la esquina nordeste
de la catedral, yo me paré delante de la pila bautismal,
esculpida en piedra de Hopton-Wood y luciendo una curiosa tapadera
cónica.
Pero también
tendría que mencionar la pequeña
capilla dedicada a San Pablo el Viajero, la Madona Negra
o el piano de Cole Porter...
Preferí echar
un vistazo hacia el pequeño jardín que invita
a disfrutar de un momento de tranquilidad y en donde la
muy activa comunidad parroquial organiza varios acontecimientos.