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Villa de l'Ermitage

El cambio más importante es de tipo sociológico.

Estos rinconcitos de los antiguos barrios populares se vuelven cada día más de moda entre las clases más adineradas. Y la parcela barata se convierte en un sueño inalcanzable.

El cambio de población se hizo poco a poco pero se nota en un montón de detalles.

 

Los antiguos talleres se convierten en viviendas originales diseñadas por arquitectos.

Los patios abiertos a los cuatro vientos, se transforman en espacios currados, pero privados.

Luego impiden el aparcamiento de los vehículos o por lo menos lo controlan estrictamente.

Y a veces incluso consiguen cerrar por completo el acceso a la callecita. Pero eso es otra historia.

 

De momento la Villa de l'Ermitage no llegó a este nivel de transformación social.

Así que aprovechemos esta callecita y su tranquilidad.