El Sena

El Puente Nuevo


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A pesar de su nombre, el Puente Nuevo es el puente más antiguo de París.

Su construcción fue decidida por Enrique III y empezó al final del siglo XVI. Pero como tardó casi 30 años, al final el puente fue inaugurado al principio del siglo XVII por el rey Enrique IV.

En aquel entonces era el primer puente de piedra sin casas y proporcionando aceras para los peatones. De tamaño relativamente impresionante fue adoptado enseguida por los parisinos como espacio de tránsito, de paseo y de comercio.

 

El puente también proporcionaba terrazas semicirculares para que la gente pueda descansar y admirar el panorama.

Pero los libreros de viejo y otros vendedores ambulantes se apoderaron de estos espacios y el puente se transformó en un increíble lugar de vida, con espectáculos de todos tipos.

Incluso decían que en cualquier momento uno podía cruzar en el puente a un cura, un robador y una puta...

 

En el terraplén creado en el extremo Oeste de la isla de la Cité y que separa las dos partes del puente, una estatua ecuestre celebra al "buen" rey Enrique IV.

La estatua inicial fue la primera estatua ecuestre de París pero a pesar del cariño que el pueblo de Francia siente hacia este rey, fue arrastrada por la Revolución Francesa. Ahora presidia una estatua del siglo XIX, realizada por François-Frédéric Lemot a partir del modelo inicial.

Pero el Puente Nuevo alberga también otras criaturas.