más insólito

El Museo de los Artes de Feria

Elemento imprescindible de la Feria : la música.

Ya habrás notado que cuando suena algo de música en el espacio público, la gente suele acercarse para ver de que va.

Los órganos mecánicos tenían esa misma función: señalar a distancia la ocurrencia de un acontecimiento y atraer a la gente.

Este órgano funciona con ojas de cartones perforadas y cada ritornelo representa un volumen respectable de ojas... pero suena bien.

 

Abandonamos el órgano para probar el carrusel.

Escoger un caballo, instalarse y listo para algunas vueltas.

¡No hay edad para despertar a su alma de niño!

 

A mi me interesaba más el juego de los camareros.

Es otro juego de mano. Uno lanza su pelota sobre una tabla que tiene varios agujeros. En función del agujero por donde pasa la pelota, tu camarero adelanta más o menos.

Por supuesto, son unos veinte camareros y el juego consiste a llegar primero.

Esta vez pude probar mi destreza y siento decir que hubiera preferido quedarme con mis ilusiones...

 

Último carrusel de la visita y probablemente también el más impresionante: él de las bicis.

Aquí nada de motor : la única fuente de energía es el la que proporcionan los velocipedistas. Y la verdad es que este carrusel alcanza una velocidad impresionante.

 

Dicen que esta joya es de 1890 y que necesitó más de 19.000 horas de trabajo y 18 corporacions para funcionar de nuevo. Pero cuando se ve la alegría de la gente al pedalear, merecía la pena...

Yo no me arriesgué en esta máquina. Disfruté un rato de la jubilación de la gente antes de marcharme a contemplar el bestiario de feria.