Lo que más
me asombró, al lado de una gran cantidad de espadas,
es la increíble variedad de los objetos
representando el Sagrado Corazón, algunos bastante modestos,
otros realmente rebuscados.
Si respeto los sentimientos
que provocaron estos dones, no puedo evitar pensar en todo lo
que se podría hacer con el dinero correspondiente.
Pero eso sería
otra historia.